El control de gestión es una herramienta imprescindible para guiar la gestión empresarial hacia los objetivos de la organización y un instrumento para evaluarla.
Es el conjunto de procesos que la empresa aplica para asegurarse que las tareas que se realizan están encaminadas a la consecución de sus objetivos, abarcando diferentes áreas:
- Finanzas
- Clientes
- Procesos productivos internos / proveedores
- Cliente interno (departamentos de la empresa)
Aunque existan pautas generalizadas y que afectan a todas las organizaciones, la implantación de un sistema de control debe hacerse de manera personalizada para cada una en función de su estructura organizativa y objetivos.